El mágico
Muelle de PUERTO COLOMBIA, amigo entrañable de momentos inolvidables. Fuente
inagotable de inspiración de grandes cultores de diferentes artes; pintura,
música, poesía, esculturas y tantos otros. Refugio silente de amores furtivos y
ardorosos, que vieron, en sus formas el escondite perfecto para desatar
pasiones desbordadas; Testigo inconmutable de tardes de locura y noches de
bohemia, entrelazadas con faenas de pesca pacientes y perseverantes; bastión
infinito de placeres compartidos en la frazada oscura de noches de desvelos e
insomnia perversa.
Testigo
inmarcesible de ocasos arrebolados. Hoy, al verte vetusto y derruido, me invade
una tristeza infinita y recuerdo cuando caminaba desde niño sobre tu lomo
áspero y vigoroso. ¡Ay! que dolor, al ver como el mar en sus
incesantes embates, arrancó de tu alma de acero, la piel pétrea de tu
inhiesta figura, y, con su monstruosa fuerza undívaga y perenne, derrumbó
inmisericordemente tu cuerpo de Poseidón.
Soportaste
estoicamente la fuerza infinita de la naturaleza, permaneciste esbelto y erecto
ante la adversidad del cambiante clima, pero tu destrozada alma no pudo
soportar el soslayo perverso e indolente del olvido de los que te rodeaban.
Pudieron hacer algo más por ti, pero solo, ante tu mudo silencio, fueron
indiferentes espectadores de tu ruina y desalmados testigos de tu derrumbe.
Hoy, con el alma acongojada, quiero rendirte un homenaje sencillo a través de
estas líneas, esperando que al terminar inexorablemente, tu cuerpo hermoso, en
la líquida tumba del mar, tu recuerdo permanezca incólume en el sentir de los
que siempre te admiramos y quisimos.
Adiós nave
varada en el puerto de la decadencia y la ignominia, tus velas ya no se
desplegarán jamás, y tu cuerpo firme y longuilineo ya no romperá las corrientes
en su viaje incesante, robándonos el romántico y violento pulverizar de
las encrespadas olas bañándote con nubes de espuma. El Mar será tu tumba,
pero permanecerás anclado en el alma de los que te recordamos siempre y que te
deseamos en tu partida: ¡buen viento y buena mar!.. ¡Bon Voyage mon ami !
Triste pero cierto.
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