DESPACIO...

Despacio, sin mucha afugia

voy a empezar mi relato,

que es un recuerdo grato

aunque conlleve penuria.

Es sobre una gran injuria

que poseyó mi juventud

y que casi al ataúd

pudo llevar mis días

padeciendo en agonías

destrozando mi salud

Por aquellos años mozos

derrochando  fortaleza 

imberbe y con gran belleza

con momentos muy hermosos

aunque a veces afanosos

por alguna damisela

que con su color canela

conquistaba mis amores

y yo regaba esas flores

como quien todo lo anhela.

Por un amor, cautivado
vibraba mi corazón,
por Una que sin razón
me abandono destrozado
después de haberle yo dado
un sentimiento sincero
hundiendo en el desespero
mi alma y su noble querer
que al borde de perecer
volvió a tomar el sendero.

Ya han pasado los años
desde aquel rato funesto
y tranquilo manifiesto
que no me quedaron daños
me olvidé de los engaños
de quereres pasajeros

que solo  fueron viajeros

sin rumbo, ni buen destino

que marcaron mi camino 

hacia buenos derroteros.